Garantizar el acceso al repositorio de código ahorra futuros dolores de cabeza y dinero

Son los archivos donde se almacenan los recursos digitales utilizados para programar la web. El cliente debe tener acceso a los mismos. No solo para realizar un seguimiento en tiempo real sino para futuras modificaciones.

Lucas Bonomo
Programador WordPress

Cuando se busca un servicio de programación web es bastante habitual que se contrate a un programador que entregará el producto en un servidor y el día de mañana cuando se quiera realizar un cambio se tenga que comenzar todo de cero. Esto ocurre porque no se tiene en cuenta el repositorio de código.

Un repositorio de código es un tipo de almacenamiento centralizado que los desarrolladores utilizan para realizar y administrar cambios en el código fuente de una aplicación. En su trabajo, los desarrolladores tienen que almacenar y compartir carpetas, archivos de texto y otros tipos de documentos al desarrollar software. Todos esos archivos son los que se comparten en el repositorio.

En consecuencia, los repositorios digitales son básicamente archivos donde se almacenan recursos digitales para que puedan ser consultados a través de Internet. En un repositorio de código pueden tener cabida todo tipo de formatos digitales: ebooks, documentos en pdf y otros formatos, videos, fotos o animaciones.

Acceso al código

Al mismo tiempo, el repositorio es donde se plasma lo que se va haciendo durante un desarrollo o cambio web. Y es fundamental que el cliente tenga acceso a dicho repositorio, que es por lo que pagó al contratar el servicio.

Pero además, si el cliente solicita una programación, como usuario debería tener acceso al código en tiempo real, para inclusive poder ver el progreso de su producto y realizar un seguimiento e indicar correcciones.

Esta es una de las cosas fundamentales que se deben tener en cuenta a la hora de contratar a un programador. Si el cliente no tiene acceso a la fuente, al repositorio a donde está el código fuente de su software, no le conviene optar por ese servicio, porque el día de mañana no podrá saber cómo está programando su producto, sin la posibilidad de comprobar si le entregaron lo que contrató.

Buenas prácticas

En ese sentido, puede suceder que el programador deje funcionando la web en un servidor al que luego el cliente no tendrá acceso y cuando quiera cambiar algo quedará cautivo de ese programador.

Sabiendo esto se pueden evitar un cúmulo de malas prácticas profesionales. Sólo hay que tener en cuenta un par de cosas que a los programadores les sirven a diario para el trabajo y que al cliente le sirven para garantizar la continuidad de su proyecto.